miércoles, 11 de febrero de 2015

¡Hola a tod@s!¿Qué tal estáis? Espero que todo os vaya genial como siempre. Hoy quiero hablaros de esa olvidada parte de nuestro cuerpo a la que le exigimos tanto y que no prestamos tanta atención como deberíamos, nuestras queridas MANOS.

En mi caso siempre he tenido las manos un poco deshidratadas, bueno la piel en general, porque me toma mucha energía tener que acordarme de todos los pasos: limpiarme el rostro, hidratarlo, afeitarme, cuidarme las ojeras y aparte de todo esto hidratarme la piel después de la ducha. No voy a ser falso, y es que me da pereza estar tan pendiente de mi cuerpo (lo sé, está super mal que lo diga).

Desde que trabajo en una oficina, y mis manos son mi principal herramienta, las estoy mimando mucho más, hidratándolas, y relajándolas después de períodos largos de estar escribiendo con el teclado. Y para seros sincero, noto el cambio, tengo las manos más suaves y eso el cuerpo lo agradece.

Uso una crema normal de manos, con extracto de almendras, nada muy caro, pero la diferencia entre cuidarlas y no, se nota. Así que os animo a todos a que toméis la iniciativa de empezar a prestar atención a vuestras manos. Y una pequeña motivación, y es que a las mujeres les gusta que les acaricie una mano suave por el rostro o el cuello, no quieren un amasijo de piel dura y muerta alrededor de su cara.

Hasta el próximo post, un saludo, Jamie.

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