Por fortuna, yo practico semanalmente un cuidado extra a mi rutina de limpieza facial, para ayudar a la piel del rostro a regenerarse. Estos se llama exfoliación. Consiste en empezar la rutina de limpieza con un gel exfoliante, en vez de nuestro gel limpiador habitual, el cual contiene unos pequeños granulitos (como si fueran granos de azúcar) y eso ayuda a retirar la piel muerta que se queda anclada en la superficie de nuestro rostro y cuello.
Después de lavarnos la cara con el gel exfoliante, yo me ahorro el paso del tónico (para que no se me irrite mucho la piel) y me la hidrato directamente con mi crema hidratante de Nivea que os enseñé en post anteriores.
Geles exfoliantes hay muchos, yo ahora estoy probando uno de Gillette y la verdad es que me da muy buen resultado. Os dejo la foto aquí abajo:
Comentadme cual usáis vosotros y si no lo hacéis, os lo recomiendo, eso sí sólo una vez por semana, porque si abusamos de esta práctica conseguimos un efecto contraproducente al exigir demasiado rápido a nuestra piel su regeneración, y pueden aparecernos rojeces y manchitas.
Esto es todo por hoy.
Un saludo, Jamie.
0 comentarios:
Publicar un comentario